Introducción: cuando amamantar duele
La lactancia materna es uno de los actos más naturales y potentes del cuerpo humano.
Sin embargo, para muchas madres, los primeros días se convierten en una experiencia dolorosa.
Las lesiones en los pezones (fisuras o traumas mamilares) son una causa frecuente de abandono temprano de la lactancia, acompañadas de dolor intenso, inflamación e incluso riesgo de mastitis.
Frente a este problema, la ciencia empieza a mirar hacia una herramienta inesperada: la luz roja.
¿Qué es la fotobiomodulación?
La fotobiomodulación (PBM), también conocida como terapia con luz roja o láser de baja intensidad, utiliza longitudes de onda específicas (generalmente 660 nm y 850 nm) para estimular los procesos naturales de regeneración celular.
A diferencia de los tratamientos tópicos, la PBM no introduce fármacos ni químicos, sino que actúa directamente sobre el tejido dañado:
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Aumenta la producción de ATP (energía celular)
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Estimula la síntesis de colágeno y la proliferación de fibroblastos
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Mejora la microcirculación local
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Y reduce la respuesta inflamatoria
Todo esto se traduce en menos dolor, mejor cicatrización y una lactancia más cómoda.
Lo que dice la ciencia
Una revisión publicada en 2025 en la Revista Fisioterapia em Movimento analizó 6 estudios realizados entre 2010 y 2025 sobre el uso de fotobiomodulación en mujeres lactantes con lesiones mamilares.
Los resultados fueron consistentes:
✅ Disminución significativa del dolor durante la lactancia
✅ Reducción de la inflamación y del enrojecimiento local
✅ Cicatrización más rápida de las fisuras
✅ Mayor bienestar general y continuidad de la lactancia
✅ Incluso, bebés con mayor ganancia de peso, lo que sugiere una posible mejora en la producción de leche
Uno de los ensayos más destacados (Coca et al., Pain Management Nursing, 2016) utilizó luz roja de 660 nm, con 5 J/cm² de energía y 40 mW de potencia en tres sesiones. Las madres reportaron alivio desde la primera aplicación, sin efectos secundarios.
Otros estudios (Araújo et al., 2013; Chaves et al., 2012; Elseody et al., 2024) confirmaron estos beneficios y destacaron que la PBM es más eficaz que las cremas tópicas como la lanolina, especialmente cuando se aplica en múltiples sesiones.
Más allá del alivio: continuidad y bienestar
El impacto de la PBM no es solo físico.
Reducir el dolor y facilitar la cicatrización permite que las madres continúen amamantando sin interrupciones, fortaleciendo el vínculo con el bebé y evitando el abandono precoz.
El bienestar emocional que aporta poder alimentar sin dolor no es menor: menos ansiedad, más confianza y un proceso de recuperación más positivo.
Seguridad y recomendaciones
Los estudios revisados muestran que la fotobiomodulación es segura y no presenta efectos adversos relevantes.
Algunas mujeres mencionaron una leve sensación de cosquilleo, pero ninguna complicación grave.
Eso sí, los autores coinciden: los mejores resultados se logran con sesiones repetidas y parámetros correctamente ajustados (dosis, tiempo, distancia y longitud de onda).
Cada caso debe individualizarse para asegurar máxima eficacia y confort.
Conclusión
La fotobiomodulación con luz roja representa una herramienta prometedora y segura para aliviar el dolor mamilar y acelerar la cicatrización durante la lactancia.
Una tecnología basada en evidencia, que puede marcar la diferencia entre amamantar con sufrimiento o hacerlo con plenitud.
🌹 Porque el vínculo más poderoso del mundo no debería doler.
🔍 Referencias seleccionadas
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Coca KP et al. Pain Management Nursing. 2016.
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Chaves MEA et al. Photomed Laser Surg. 2012.
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Araújo AR et al. Fisioter. Bras. 2013.
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Elseody MHA et al. Lasers Med Sci. 2024.
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Camargo BTS et al. Lasers Med Sci. 2020.
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Curan FMS et al. Enferm Foco. 2023.
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Revista Fisioterapia em Movimento. 2025.